La necesaria mejora de la competitividad energética de las empresas, unida a la lucha intergubernamental contra el cambio climático, hace que surjan iniciativas como la de crear registros de huella de carbono gubernamentales, nacionales e internacionales. El esfuerzo que supone acceder a esos registros para las empresas, se compensa con la obtención de certificados y la consideración de éstos en los baremos de contratación pública.
Para el Cálculo de la Huella de Carbono Corporativa o de la organización, la norma de referencia más utilizada es la ISO 14064-1 sobre Gases de Efecto Invernadero.
Su implantación en las empresas que por su actividad producen emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero, hace prever que en los próximos años pueda tener un impacto similar al que ha tenido la implantación de la Norma ISO 14001 en las diferentes organizaciones.